Hoy, os damos unas pautas para que vuestro estudio o el de vuestros hijos sea lo más provechoso posible. Cuando hablamos de estudiar, no hablamos solo de sentarnos delante de un libro y aprendernos de memoria lo que pone en él, estudiar significa mucho más que eso, y para que todo aquello que aprendemos se mantenga en nuestra memoria a largo plazo debemos tener en consideración los siguientes aspectos:

Hablar de técnicas de estudio es hablar de estrategias, procedimientos o métodos, que se ponen en práctica para adquirir aprendizajes, ayudando a facilitar el proceso de memorización y estudio, para mejorar el rendimiento académico . Es importante saber que no existe una estrategia de estudio única y universal, sino que cada persona debe aprender a aprender con su propio ritmo y estrategias, pero si es cierto que estudios realizados en este campo, nos han permitido conocer diferentes técnicas que al ponerse en práctica favorecen de forma universal el aprendizaje. Existen por tanto muchas y diferentes estrategias para el estudio, pero hoy nos centramos en el método activo de estudio P.L.E.M.A que combinado con diferentes técnicas de estudio ayudarán a que el aprendizaje sea más productivo favoreciendo la memorización, el razonamiento y la manipulación de la información. El primer punto que debemos tener claro para afrontar un buen aprendizaje es que la información se recuerda mucho mejor si ésta se entiende y es manipulada.

Prelectura, codificación, descodificación:

Consiste en codificar la nueva información y relacionarla con conocimientos previos. Se trata de leer rápidamente el tema, una lectura de rastreo, al mismo tiempo que comprobamos que sabemos sobre el tema y qué relación tiene con los temas anteriores o siguientes.

Lectura comprensiva:

En esta fase analizamos semánticamente la información, es decir, leemos despacio, tratando de entender todo el significado y resolviendo las posibles dudas que vayan apareciendo, consiste en realizar una lectura lenta que nos permita comprender el texto en su totalidad.

Elaboración:

Llega el momento de integrar, esquematizar y sintetizar la información previamente adquirida. Una vez comprendido el tema, debemos integrar la información en algún esquema o diagrama para interrelacionar mejor toda la información y facilitar su posterior memorización y recuerdo. En esta fase entra en acción nuestra capacidad o facilidad para realizar esquemas, resúmenes, mapas conceptuales y demás técnicas de estudio que nos permiten profundizar y manipular la información que vamos recibiendo.

Memorización:

Consiste en guardar todo lo aprendido para posteriormente recuperarlo cuando sea preciso. Es el momento en que la información almacenada en la memoria a corto plazo pase a la memoria a largo plazo. Para ello existen técnicas específicas de memorización como relacionar conceptos, realizar acrósticos , reglas mnemotécnicas … que nos ayudan a efectuar este proceso con mayor éxito.

Autoevaluación:

Llega el momento de comprobar lo aprendido, para ello es importante hacerse preguntas sobre el tema, y actuando en consecuencia si se detecta alguna dificultad, volviendo a algún punto anterior del método si es necesario.

Sigue el método, y si necesitas aprender técnicas específicas contacta con un profesional, verás como tu estudio, el de tus hijos o el de alguien que conoces … será mucho más productivo.